sábado, 10 de diciembre de 2011

ACOSTUMBRAR AL GATO A USAR EL TRASPORTÍN

En el anterior post comentamos como acostumbrar al perro a usar un trasportín. En este nuevo haremos lo mismo pero con el gat@.

Una recomendación básica es que no se debe viajar nunca con el animal libre en el medio de transporte, sea público o privado. Por tanto, deberemos utilizar una bolsa o mejor un trasportín. Las ocasiones en las que el gat@ debe usar un trasportín pueden ser por ejemplo para ir al veterinario o cuando va de vacaciones.   Los mejores trasportines son los que tienen los lados duros, se abren por delante y por arriba, pueden separarse en dos partes, y además son baratos. Una parte superior que se puede quitar fácilmente permite introducir fácilmente a un gat@ temeroso, ansioso o con dolores en el trasportín. Evita trasportines que requieran que el gat@ sea empujado o volcado para salir. Elige un trasportín que sea robusto, seguro, estable para los gat@s, y también fácil de transportar.

Lo mejor es habituar al gat@ al uso del trasportín desde que es un gatit@. El objetivo es que aprenda a asociar el trasportín a experiencias positivas y entre de manera habitual voluntariamente en este. Haz del trasportín un lugar familiar en casa dejándolo en una habitación donde el gat@ pase mucho tiempo. Coloca una colchoneta o manta suave y familiar para el gat@ en el interior del trasportín. La manta o colchoneta si tienen tu olor pueden hacerle sentirse más seguro. Coloca recompensas, hierba gatera o juguetes en el interior del trasportín para animar al gat@ a entrar en su “casa”. Al principio verás que las recompensas desaparecen durante la noche. Pueden pasar días o semanas antes de que tu gat@ empiece a sentirse seguro con el trasportín. Permanece tranquilo, paciente y recompensa los comportamientos deseables. Si todavía tienes problemas, puede que necesitar evaluar la estructura, forma o confortabilidad del propio trasportín. 
Lo ideal sería intentar que fuese el gat@ el que entrase en el trasportín pero esto muchas veces no ocurre.  Para hacerlo existen dos técnicas principales en función de la reacción que tenga el gat@ ante el trasportín:

     Método de elección. Si el gat@ muestra curiosidad y no presenta reacciones de miedo, utilizaremos el método de “elección”. Este método consiste en primero situar el trasportín abierto en un lugar tranquilo en el que el animal se sienta cómodo. A continuación colocaremos algo de comida apetitosa a cierta distancia del trasportín. Según el animal se muestre confiado comiendo a esa distancia, progresivamente iremos acercando la comida al trasportín hasta que se sitúe en el interior del mismo. Una vez que conseguimos que el gat@ coma tranquilamente en el interior del trasportín, mientras está comiendo, cerraremos la puerta abriéndola en seguida. Progresivamente podemos ir aumentando el tiempo que el trasportín permanece cerrado. Posteriormente podemos pasar a coger el trasportín con el gat@ en el interior, levantándolo sólo unos centímetros del suelo. Una vez hecho esto lo abriremos y ofreceremos un premio al animal. Con el paso del tiempo podremos ir aumentando el tiempo que el gat@ permanece en el trasportín mientras este es desplazado o metido en el coche.

  
  Método clicker. Si el gat@ se muestra esquivo y temeroso ante el trasportín elegiremos el método “clicker”. Este método se basa en “moldear” la conducta del gat@ de forma que aprovechemos los avances voluntarios que realiza el animal hasta la consecución del objetivo propuesto. Para poder llevarlo a cabo, el primer paso es condicionar al gat@ al sonido del clicker. Para ello, bastará durante unos días con asociar el sonido del clicker con un premio que aparece inmediatamente después del sonido. Una vez que el gat@ está condicionado al clicker (“cargar” al clicker, como se denomina coloquialmente) podemos empezar el proceso.
En primer lugar, como antes, situaremos el trasportín en un lugar tranquilo en el que el animal se sienta cómodo. Cada vez que el gat@ simplemente mire el trasportín, accionaremos el “clicker” y premiaremos justo después de cada “click” (para que el gat@ asocie la visión del trasportín con algo positivo). Después, cuando la respuesta se repita varias veces, dejaremos de premiar la conducta antes mencionada y sólo premiaremos que el gat@ activamente vaya hacia el trasportín. Progresivamente iremos complicado la situación, de forma que dejaremos de premiar que el gat@ se acerque a la caja para pasar a premiar que el gat@ entre dentro de la caja. Posteriormente pasaremos a “clickar” sólo cuando el animal entre y se mantenga unos segundos en el interior de la caja. Cuando el animal ya esté a gusto en el interior de la caja, la cerraremos y, justo después abriremos y “clickaremos” (dejándole cada vez más tiempo cerrado). En el último paso se puede asociar a una palabra, por ejemplo "trasportín". De esta manera cuando hagamos el ejercicio varias veces con la palabra elegida, el animal irá al trasportín por su propia voluntad. La palabra se dirá siempre justo antes de “clickar”.

En gat@s adultos se pueden dar dos situaciones:
      Que el gat@ esté acostumbrado a usar el trasportín sin problemas, en cuyo caso no deberían presentarse complicaciones.
        Que el gat@ NO esté habituado a usarlo. En este segundo caso, para ayudar a que la situación sea lo menos estresante posible para el animal, podemos aplicar feromonas faciales felinas (Feliway®) en spray 15-30 minutos pulverizando tanto paredes como suelo del trasportín, antes de empezar los ejercicios de habituación descritos anteriormente.

Por último, es recomendable llevar el trasportín tapado durante los viajes cubierto con una manta o toalla para evitar estímulos que puedan asustar al gat@, y hacerle estar más seguro dentro. Si bien a algunos gat@s les gusta ver el paisaje.

Pongo un víedo sobre como usar la técnica del clicker en un gato.




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