Un periodo de sensibilidad es un tiempo en la vida de un animal en el que una experiencia (o una falta total de experiencia) tendrá un gran efecto en el comportamiento posterior. En los perros este periodo se puede dividir en cuatro:
Periodo | Semanas desde el nacimiento. Características. |
Neonatal | Primera y segunda |
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Transicional | Tercera |
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Socialización | Cuarta a la duodécima |
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Juvenil | A partir de la duoécima hasta la madurez sexual |
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Los periodos se solapan y su duración depende de diversos factores, principalmente de la raza y su velocidad en la maduración. La socialización se refiere al proceso mediante el cual un individuo aprende y desempeña las conductas que la sociedad espera de él.
El periodo de socialización desde un punto de vista clínico es importante porque un perro destetado antes de este periodo será difícil que posteriormente pueda manejarse en la presencia de otros perros, será asustadizo o agresivo, desarrollará una gran proximidad hacia los seres humanos y podría dirigir su comportamiento sexual hacia las personas. Los perros que han sido privados de interacciones sociales en una etapa temprana de su vida posteriormente establecen pocos vínculos sociales y tanto la dominación como la expresión de los signos de sumisión y la agresión controlada no se desarrollan normalmente.
Por otro lado la socialización hacia los humanos es tanto o más importante, un cachorro sin contacto humano durante las primeras 14 semanas de vida es raro que se convierta en un buen animal de compañía, estos cachorros podrían ser muy tímidos o difíciles de dominar y serán difíciles de adiestrar.
La diferencia de comportamiento entre perros que se han mantenido aislados de los humanos y los perros en este periodo de tiempo se ha comprobado que tiene un componente racial, así los Beagles son más temerosos, y los Scottish terriers más hiperactivos, existiendo también diferencias en su respuesta al dolor. No solo es importante la presencia o ausencia del ser humano sino también la calidad del contacto. La exposición debería ser agradable porque las respuestas al miedo son fuertes durante este periodo.
A las 7 semanas de edad los cachorros están menos inhibidos y por esta razón son más capaces de adaptarse a experiencias nuevas. Posteriormente el foco de la socialización debe ser desviado hacia cuantas más personas y situaciones sea posible. Es especialmente importante socializar a los cachorros a individuos que no sean de la familia en situaciones diversas con el fin de que cuando alcancen la edad adulta se comporten adecuadamente en diversos escenarios. El dueño debe presentarle al cachorro situaciones nuevas, animar al cachorro a que se acerque a todo el que se encuentre, niños, adultos, gente corriendo, carritos, bicicletas, personas con sombrero, con paraguas, otros animales, estímulos (petardos, truenos, tráfico) si el perro responde adecuadamente a una orden, como sentarse, se le premiará con una recompensa. Una caricia, juego y recompensas es todo lo que se necesita para socializar a un cachorro. Esto no impedirá al perro que posteriormente proteja la casa y la familia. Para la socialización con otros perros nos podemos ayudar de un perro conocido que esté correctamente vacunado y desparasitado y que tenga un carácter sociable.
Si al final de este periodo no han sido socializados adecuadamente con respecto a las personas y a otros animales de compañía, es probable que sean miedosos, defensivos y posiblemente agresivos cuando posteriormente se expongan tanto a unos como a otros.
Si bien estos períodos son etapas de la socialización primaria, para que se mantengan estar relaciones también es necesaria una socialización continua. La socialización sigue siendo posible tras el periodo sensible pero el desarrollo de la respuesta al miedo hace que sea más lenta y difícil.
La recomendación práctica derivada de la existencia del período sensible de socialización es que los perros deberían tener contacto con personas y con otros perros entre las 6 y las 12 semanas de vida. La edad óptima para adoptar un cachorro, es decir, separarlo de su madre y hermanos y llevarlo a su nueva casa estaría entre las 6 y las 8 semanas, de esta forma el perro podría socializarse con otros perros entre las 3 y las 7 semanas y con las personas entre las 7 y las 12. Es importante tener en cuenta que una adopción demasiado temprana es tan poco recomendable como una tardía. Un destete temprano aumenta el riesgo de agresividad hacia otros perros en la etapa adulta y de hiperactividad, inhibición de la conducta sexual y ansiedad por separación. A las 7 semanas los cachorros muestran tendencia a acercarse y establecer contacto con desconocidos, y aunque los primerso signos de miedo aparecen a las 5 semanas su intensidad aumenta gradualmente y hasta las 10 no disminuye la tendencia a acercarse a objetos desconocidos.
Un punto a tener en cuenta es que el periodo de socialización coincide con el periodo de vacunación de los cachorros. Con los planes de vacunaciones actuales que comienzan a las 6 semanas de edad y la calidad de las vacunas existentes en el mercado recomendamos empezar a sacar al cachorro a la calle a partir de la 9-10ª semana cuando ha recibido al menos una dosis de vacunas (moquillo, parvovirus, adenovirus). Lo ideal es sacar al perro por zonas donde paseen pocos perros y de los que conozcamos su estado sanitario.
Este vídeo demuestra la manera habitual de interacción de los cachorros entre ellos y con su madre.
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